Monumento al horror

Para observar el evento, los primeros espectadores se situaron a una distancia de nueve quilómetros de la detonación. La onda expansiva se notó a ciento sesenta quilómetros y su deflagración iluminó el cielo de colores púrpura, verde y blanco. Gadget dejó un cráter de tres metros de profundidad y trescientos treinta de diámetro y aún hoy día se detecta una cierta radiación residual. Esa zona fue declarada en 1975 monumento histórico nacional por los americanos y hasta se organizan visitas turísticas en los meses de abril y octubre. Un obelisco de piedra negruzca se alza en el hipocentro, allí donde se produjo la explosión, explosión que al ser contemplada por uno de los participantes en el experimento, dijo: Ahora todos somos unos hijos de puta. Así sea (amén, en latín). Así es (en castellano).
6 comentarios
E.L. -
Rosier -
Me resulta inconcebible que sientan, me niego a admitirlo
Para Rosier -
Para cielodescubierto -
Rosier -
Somos capaces de crear belleza y fantasía, pero también somos capaces de crear lo peor...
Ojalá solo fuéramos creadores y provocadores de sonrisas... no imagino que deben sentir los que idearon esas armas de matar..
:-(
cielodescubierto -
Qué lástima que estas cosas una vez acontecidas no puedan escribirse como relativas.
Un beso